Skip to main content

Venta por Divorcio

Una de las costumbres de la clase media de los Estados Unidos es lo que llaman "venta en el garaje". Cuando una familia ha amontonado objetos que ya no necesita, saca todo al garaje de la casa y pone un cartel que dice: "Venta en el garaje", y los vecinos vienen a surtirse de enseres domésticos baratos.

Jorge Najar y su esposa Jennifer, del estado de Ohio, Estados Unidos, decidieron divorciarse después de ocho años de casados. Juntaron todas las cosas que habían comprado para adornar su hogar en el lapso de los ocho años, las pusieron en el garaje y colocaron un cartel que decía: "Venta por Divorcio".

Durante diez días estuvieron ambos vendiendo sus cosas. Cada objeto del que se desprendían era un recuerdo de su vida matrimonial que se reanimaba: aquí un velador, allí un cuadro, más allá una plancha eléctrica, un televisor, un juego de loza. Cada objeto era un recuerdo de algún momento feliz que, después de todo, habían pasado juntos.

A los diez días Jorge y Jennifer se habían reconciliado. "Se acabó la venta -les anunciaron a los vecinos-; ya no nos divorciamos. Nos amamos, y nunca nos vamos a separar."

Este pintoresco episodio nos lleva a reflexionar una vez más sobre el problema de los matrimonios. ¿Por qué naufragan tantos de ellos? ¿Por qué se acaba tan rápidamente el amor que parecía eterno? ¿Por qué se dice tanto, por ahí, que "el matrimonio es la tumba del amor"?

Mucha gente pregunta: ¿Cuáles son las bases para un matrimonio del todo feliz, dichoso y duradero? La respuesta es: primero, un intenso amor recíproco; segundo, un compromiso de fidelidad mutua; tercero, un espíritu de sacrificio en ese amor, es decir, saber sacrificarse el uno por el otro; cuarto, un ajuste perfecto en las relaciones íntimas matrimoniales, para la mutua satisfacción del cuerpo, del alma y del espíritu; y quinto, y más importante que todo lo demás, una determinación de poner a Cristo como Señor y cabeza verdadera del matrimonio y del hogar. Así no habrá nunca divorcios sino siempre amor puro y bueno.

Tomado de "Un mensaje a la Conciencia", por el Hermano Pablo


Comments

  1. Aww q bonito. Estoy totalmente de acuerdo, el problema de las parejas es q no basan su relación en las enseñanzas de Dios y sus consejos

    ReplyDelete
    Replies
    1. Si JC, el matrimonio debe ser una constante busqueda entre ambos... Me super alegra verte feliz y totalmente realizado con tu linda esposita y baby!! Saluditos.

      Delete

Post a Comment

Popular posts from this blog

Los barcos viejos

Cuando Hu Lizi abandonó la capital para regresar a su pueblo natal, el Primer Ministro puso un funcionario a su disposición para que lo acompañara. - Escoja para su viaje -le dijo- el barco del gobierno que más le guste. El día de la partida, Hu Lizi fue el primero en llegar al embarcadero. Había allí varios miles de embarcaciones amarradas a lo largo de la ribera. Hizo esfuerzos por reconocer los barcos del gobierno, pero fue inútil. Cuando llegó el funcionario que debía acompañarlo, le preguntó: - ¡Aquí hay tantos barcos! ¿Cómo distinguir los del gobierno? - Nada más fácil -contestó su interlocutor-. Aquellos que tienen el toldo agujereado, los remos quebrados, y las velas rajadas, son todos barcos del gobierno. Hu Lizi levantó sus ojos al cielo y suspirando dijo para sí mismo: "No es de extrañar que el pueblo sea tan miserable. ¡El emperador seguramente también lo considera como propiedad del gobierno!". Yu Li Zi

Fijar la mirada

Un sabio decía que nuestra forma de pensar se congela y nos quedamos recorriendo siempre los mismos caminos, pues la mente se fija a las cosas que pensamos. Hoy en día este fenómeno se conoce como "paradigma". Imaginemos que vamos en bicicleta por una carretera: el aire fresco golpeándonos el rostro; los árboles, las nubes, la naturaleza, las aves, los montes lejanos… Imaginemos que de pronto vemos una gran piedra en medio del camino. Si fijamos toda nuestra atención en la piedra -es decir, en el obstáculo-, por más que sólo ocupe un breve espacio en la carretera, terminaremos chocándonos con ella. Pensemos cuántas veces descubrimos un obstáculo en la vía y, al asumirlo como si fuera lo único, hacemos desaparecer todas las demás opciones (los árboles, las nubes, el resto del camino), dirigiéndonos irremediablemente hacia él, hacia la piedra. No permitamos hoy que los obstáculos desvíen nuestra atención y nos hagan creer que ya no hay salida, siempre hay o...

La mujer y la gallina

Una mujer viuda tenía una gallina que le ponía un huevo todos los días. Pensó que si le daba más cebada pondría dos huevos, y aumentó su ración. Pero la gallina engordó y ya no pudo ni poner una vez al día.   Si sin control ni sabiduría fuerzas lo que ya te está sirviendo para que te dé más, sólo obtendrás que perderás lo que ya tienes.   Esopo